Suiza llevó a cabo esta semana la inauguración oficial del túnel de base de San Gotardo, de exclusivo uso ferroviario y la obra de ingeniería más ambiciosa, arriesgada y monumental de la historia de Europa, si bien no estará plenamente operativo hasta diciembre de este mismo año. El nuevo pasaje ferroviario permitirá la circulación diaria de 325 trenes, 65 de pasajeros.
El túnel, ubicado en el sur de Suiza, bate dos récords mundiales simultáneamente. Es el más largo, con una longitud de 57,1 kilómetros, y el más profundo, con una profundidad máxima por debajo de la roca de 2.300 metros, una proeza técnica que requirió 17 años de trabajos.
La nueva obra deja atrás un camnio legendario, cruzando los cantones de Uri y Ticino, el paso de San Gotardo es una histórica ruta alpina que durante siglos se cruzó por las alturas y que sólo a finales del siglo XIX se atravesó por debajo, superando el imponente macizo homónimo por tren.
Aunque se trata del más largo e impresionante de todos, el túnel de San Gotardo no está solo en su empresa, y forma parte de un carísimo y muy ambicioso esquema de renovación del sistema ferroviario suizo bajo los Alpes. Hay otros dos túneles más que forman parte de la nueva conexión ferroviaria y que conectan el sur con el norte del país, esquivando, por debajo, la altitud de los Alpes.
Cifras impresionantes
La máquina perforadora utilizada es tan larga como cuatro campos de fútbol juntos, y prácticamente la totalidad de los 28,2 millones de toneladas de piedra excavada se han podido reutilizar. Una parte fue transformada en hormigón para el propio túnel y otra sirvió para la realización de otras obras en la misma región.
Para el nuevo túnel se instalaron 290 kilómetros de vía y 380.000 traviesas, entre otros elementos. Unos 2.400 obreros trabajaron en las obras, distribuidos en tres turnos durante las 24 horas del día y siete días por semana. Tuvieron que soportar temperaturas de hasta 50 grados centígrados debajo de la tierra. En total, considerando las pasillos y galerías de aireación y de seguridad, la extensión de la obra es de 152 kilómetros.
El nuevo pasaje ferroviario permitirá la circulación diaria de 325 trenes, de los que unos 260 podrán ser de carga y 65 de pasajeros. Los primeros podrán alcanzar una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, mientras que los segundos circularán a una velocidad media de 200 kilómetros por hora, aunque podrán llegar a los 250 kilómetros por hora.
La planificación ha incluido la incorporación de este túnel en la red ferroviaria europea de gran velocidad. Esta nueva vía ferroviaria adicional a los existentes túneles de San Gotardo (uno de circulación vial y otro de circulación ferroviaria) empezará a funcionar desde mañana en periodo de prueba, que incluirá recorridos de rodaje, el paso de los primeros trenes comerciales y de aquellos previstos como parte de las festividades por su inauguración.
Desde octubre de 2015 ya se han efectuado 300 recorridos de prueba. El inicio de la explotación comercial plena está previsto para el 11 de diciembre próximo. Los medios citan como referencia el túnel de San Gotardo de circulación vial, puesto en servicio en 1980, entre las localidades suizas de Göschenen y Airolo a través de los Alpes, tiene una longitud de 15 kilómetros y es utilizado cada año por cinco millones de coches y 900.000 camiones. Mientras que el antiguo túnel ferroviario, de 17 km, está operativo desde 1882. El recorrido del nuevo túnel va por debajo.
El túnel de base de San Gotardo inaugurado fue ideado por primera vez en 1947 por el ingeniero y planificador de transportes suizo, Carl Eduard Gruner, y su realización ha costado más de 12.000 millones de francos suizos o cerca de 11.000 millones euros.
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